El éxito del cultivo de Cannabis depende de factores como la intensidad de la radiación solar, de la cantidad y calidad del agua disponible, de la presencia o ausencia de los nutrientes requeridos y de las condiciones ambientales, como temperatura y humedad relativa. A su vez, la calidad de dichas flores está directamente relacionada a la genética utilizada, las condiciones de secado y almacenado, el punto de madurez a cosecha y el método de procesamiento y formulado. Como cualquier producto de origen biológico, las características finales dependen del control preciso de los parámetros recién mencionados no sólo durante el cultivo sino también durante el procesado y almacenado. Ciertas cualidades de interés medicinal, como el rendimiento de flores por unidad de superficie o el perfil de cannabinoides logrado, pueden verse alteradas drásticamente ante cualquier cambio en las condiciones de cultivo. En este sentido, es muy importante entender cuáles son los rangos dentro de los cuales debe trabajar para obtener un producto final homogéneo, de alta calidad, seguro y con un perfil de metabolitos secundarios que se mantenga cosecha a cosecha.
Actualmente en todo el mundo existen empresas, universidades y organismos públicos que se encuentran estudiando sistemas y protocolos de cultivo con el fin de avanzar en la producción de flores de Cannabis de grado farmacéutico.
¿Qué es el Cannabis grado farmacéutico?
El Estado holandés es uno de los más avanzados en términos de investigación, producción y distribución de Cannabis medicinal grado farmacéutico. La Office of Medicinal Cannabis (OMC) es el área del Estado neerlandés que se encarga de la producción de flores de cannabis que luego serán empleadas para fines medicinales o de investigación. Según este organismo, “El Cannabis medicinal no posee pesticidas, metales pesados, bacterias, hongos o cualquier otro potencial patógeno. Las sustancias activas son las mismas en cada cosecha individual, asegurando que la fuerza del producto entregado al usuario es siempre la misma. En función de este objetivo, la OMC ha determinado un número de requerimientos que deben ser cumplidos por todos los actores de la cadena productiva (incluyendo al productor y al proveedor de la logística). El cannabis es cultivado bajo circunstancias controladas, en línea con las reglas de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Para asegurar todos los requerimientos, el cannabis medicinal resultante es testeado por laboratorios independientes para evaluar sustancias indeseables, como metales pesados y pesticidas, así como también posibles patógenos. Una vez que el cannabis medicinal ha sido aprobado, se puede entregar a las farmacias.”
La International Association for Cannabinoids Medicines nuclea a las organizaciones científicas y civiles del mundo que se dedican a investigar el tema, tal como CAMEDA que oficia de representante argentino. Esta organización mundial fue creada en marzo del 2000 con el objetivo de avanzar en el conocimiento del cannabis, cannabinoides, sistema endocannabinoide y tópicos relacionados particularmente con su potencial terapéutico. El Dr. Arno Hazekamp pertenece a dicha organización y se dedica fundamentalmente a investigar a la planta de cannabis como un organismo productor de químicos muy valiosos: qué tipo de compuestos produce y cómo esto está reflejado en las variedades de cannabis que conocemos. En su trabajo An evaluation of the quality of medicinal grade cannabis in the Netherlands, el Dr. Hazekamp estudió la calidad en términos de contenido de cannabinoides, presencia de metales pesados y microorganismos patógenos de las flores de cannabis producidas en el sistema ilegal y distribuidas en los Coffeshop en comparación con las producidas por Bedrocan y distribuidas en el sistema de salud público. La conclusión del trabajo es determinante: las flores adquiridas en las farmacias son muy superiores en términos de calidad y seguridad para la salud del paciente. La presencia de contaminantes como metales pesados, tierra y microorganismos como bacterias y hongos en las muestras adquiridas en los Coffeshop demuestra que la falta de regulación y control produce flores de calidad dudosa.
¿Cómo se produce actualmente?
La producción de cannabis se puede realizar en sistemas de cultivo 100% exterior, 100% interior o sistema mixtos donde se aprovecha la luz solar y se suplementa con luz artificial. Los métodos elegidos dependen del objetivo planteado y de los recursos disponibles. En el caso de la compañía británica GW Pharmaceuticals, luego de realizar ensayos en cultivares de exterior e interior, descartaron ambos sistemas y decidieron avanzar con un sistema mixto en invernáculos de vidrio con luz suplementaria. Según la empresa, este sistema permite ahorrar energía eléctrica, garantiza la seguridad del cultivo y genera condiciones de cultivo ideales durante todo el año. En cuanto al uso de hidroponía, realizaron ensayos pero la descartaron por no encontrar mejoras significativas en términos de calidad del producto final. Es interesante observar que el objetivo de la empresa prioriza la uniformidad del cultivo por sobre su rendimiento final. Los productos finales registrados por GW Pharma y aprobados por la Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos (y en todo el mundo) son Sativex y Epidiolex.
Por otro lado se encuentra la empresa de origen neerlandés Bedrocan, única proveedora de flores de cannabis de calidad GMP al Estado holandés para distribuir dentro del sistema público de salud. Es la primera empresa en lograr certificación GMP (Good Manufacturing Practices) para todo el proceso desde el cultivo hasta la cosecha pasando por el procesado, empaquetado y almacenado. La estandarización total del proceso de cultivo les permite producir flores de altísima calidad, de extremo a extremo y cosecha a cosecha, para proveer a los pacientes y distribuidores un producto seguro y confiable. Lograr consistencia en el contenido de cannabinoides y terpenos entre cosechas es el objetivo empresarial de Bedrocan. Los investigadores, doctores, pacientes y la industria exigen un producto cannábico de calidad GMP y con un perfil de fitocannabinoides constante y repetido en el tiempo. En cuanto al manejo agronómico, esta empresa utiliza un sistema de cultivo hidropónico bajo condiciones de confinamiento total con luz artificial. Todo el sistema está registrado como propiedad intelectual de Bedrocan y está en permanente desarrollo e investigación. Para garantizar la nula presencia de microorganismos patógenos y cumplir con los altos estándares de calidad requeridos, las flores ya secas y listas para su almacenaje son irradiadas con rayos gamma, cuyo efecto sobre los cannabinoides y terpenos está estudiado que es nulo.
Bibliografía: Sitios de internet:
● International Association for Cannabis as Medicine. (2020). http://www.cannabis-med.org/?lng=en
● Estado de Holanda. Office of Medicinal Cannabis. (2020). https://english.cannabisbureau.nl/
● Dr. Arno Hazekamp. (2020) https://hazekamp.info/
● Bedrocan. (2020). https://bedrocan.com/
● GW Pharmaceuticals. (2020). https://www.gwpharm.com/
● Estado de Uruguay. Instituto de Regulación y Control del Cannabis. (2020). https://www.ircca.gub.uy/
Trabajos de investigación:
● Hazekamp, Arno. An evaluation of the quality of medicinal grade cannabis in the Netherlands. 2006. Research Gate.
● Potter, David J. A review of the cultivation and processing of cannabis (Cannabis sativa L.) for production of prescription medicines in the UK. 2013. Drug Testing and Analysis.
● Chandra, Suman; Lata, Hemant; ElSohly; Mahmoud A.; Walker, Larry A.; Potter, David J. Cannabis cultivation: Methodological issues for obtaining medical-grade product. Cannabis and Epilepsy by Elsevier.
Ing. Agrónomo Rodrigo Maltz - Voluntario CAMEDA Área de Cultivo